Para la Cámara Federal porteña todo fue obra de espías cuentapropistas
Los jueces que puso Macri hicieron su trabajo: convalidaron la versión macrista sobre el espionaje ilegal
Los camaristas Bertuzzi y Llorens revocaron el procesamiento de Arribas y beneficiaron a otros jefes de la AFI en la causa por las andanzas de los Súper Mario Bros y el espionaje penitenciario. Se cierra el círculo que abrieron los involucrados cuando impulsaron que el expediente fuera a Comodoro Py, un ámbito más afín a sus planteos.
Llorens y Bertuzzi revocaron los procesamientos de Arribas, el exdirector administrativo de Asuntos Jurídicos de la AFI, Juan Sebastián de Stefano, y del exdirector del Servicio Penitenciario Federal, Emiliano Blanco, entre otros.
Para Llorens y Bertuzzi no hubo asociación ilícita
«Si bien existen hechos objeto de esta pesquisa que podrían ser considerados ilegales, la prueba reunida no es suficiente para evidenciar la existencia de un plan masivo de inteligencia ilegal. Ello nos permitió descartar, de momento, la existencia de una asociación ilícita abocada a influir en la situación política, social y económica del país», escribieron Llorens y Bertuzzi.
Los jueces entienden que no existió una asociación ilícita, aunque sí consideran que hubo actividades de inteligencia ilegal que fueron realizadas por los espías que pasaron a la fama como los Súper Mario Bros. Para los camaristas, los espías hicieron tareas de inteligencia ilegal con dos objetivos: intimidar o extorsionar. En otros casos, consideraron que las tareas de inteligencia se hicieron siguiendo órdenes judiciales.
El único procesamiento que quedó en pie de la cúpula de la AFI macrista fue el de la exsubdirectora general Silvia Majdalani, aunque no por asociación ilícita sino por un delito menor: el de incumplimiento de los deberes de funcionarios públicos. En todo caso, la exSeñora Ocho faltó a su deber de controlar a los agentes que estaban a su cargo, según evaluaron Llorens y Bertuzzi.
Los camaristas solo convalidaron diez de los 38 procesamientos dictados por Augé. Además de Majdalani, ratificaron lo que había resuelto sobre el exdirector operacional de Contrainteligencia y alma pater de los Súper Mario Bros Diego Dalmau Pereyra y sobre el exdirector de Operaciones Especiales Alan Ruiz. También confirmaron los procesamientos de los exagentes Jorge «Turco» Sáez, Leandro Araque, Facundo Melo, Emiliano Matta y Andrea Fermani, junto con los exencargados del área de inteligencia del SPF Cristian Suriano y Juan Carlos Silveira.
Por el contrario, Eduardo Farah se pronunció por confirmar los procesamientos de los exdirectivos de la AFI y sostuvo que sí existió una asociación ilícita. El camarista también dio por acreditado que hubo espionaje sobre los presos kirchneristas durante el gobierno de Mauricio Macri, algo que sus colegas ordenaron continuar investigando.
Divergencia sobre el comienzo de la causa
Otro de los puntos de divergencia en la Cámara fue sobre el comienzo de la causa, que Llorens y Bertuzzi ordenaron que en instrucción se dirima si es nulo. La investigación se inició a principios de 2020 por una declaración de un detenido en una causa por drogas, que dijo que lo había contratado un abogado que trabajaba en la AFI para dejarle una bomba sin conectar a una persona –estaba hablando del exfuncionario del Ministerio de Defensa José Luis Vila–.
El expediente estuvo en los primeros meses en manos del juez federal de Lomas de Zamora Federico Villena, que ordenó la detención de los Súper Mario Bros y de la excoordinadora de Documentación Presidencial Susana Martinengo, entre otros. La Cámara Federal de La Plata apartó a Villena y ordenó que la causa siguiera con su colega Augé, que delegó la investigación en la fiscalía que encabezaban Cecilia Incardona y Santiago Eyherabide.
Los fiscales pidieron ampliar las indagatorias e incorporaron, entre otros, a Arribas y a su número dos, Majdalani. Desde entonces empezaron los tironeos para llevar la causa hacia los tribunales de Comodoro Py, un terreno siempre más proclive para el macrismo.
La Sala IV de la Cámara Federal de Casación Penal –con los votos de Mariano Borinsky y Javier Carbajo– entendió que la investigación debía continuar en los tribunales federales porteños. La resolución de la Casación se dio a raíz de un planteo que formuló Darío Nieto, el secretario privado de Macri –y actual legislador– acusado por recibir información de los espías a través de Martinengo.
Los procesamientos y el pase a Comodoro Py
En febrero, antes de que le sacaran la causa, Augé llegó a dictar 38 procesamientos que incluían a los máximos directivos de la AFI macrista, al director de Asuntos Jurídicos, al director de Contrainteligencia, a los Súper Mario Bros, al exdirector del Servicio Penitenciario Federal (SPF), entre otros.
Desde su pase a Comodoro Py, el expediente quedó en manos del juez Marcelo Martínez de Giorgi –que esperó las definiciones de la Cámara Federal para avanzar–. En el tribunal de apelaciones, después de recusaciones cruzadas, la causa terminó radicada en la Sala II, pero con una conformación especial. De esa sala, únicamente quedó Farah y se incorporaron Llorens y Bertuzzi.
Los tres camaristas ratificaron la falta de mérito que Augé le había dictado a Nieto, mientras que Llorens y Bertuzzi entendieron que le cabe la misma figura a Martinengo, que era habitué de los Súper Mario Bros.