El ministro de Agricultura, Julián Domínguez, se reunió este jueves con los directivos de la Mesa de Enlace en la sede porteña de la cartera del campo. Del encuentro participaron, también, los gobernadores de Santa Fe, Omar Perotti, y de Santiago del Estero, Gerardo Zamora.
El funcionario indicó que a partir del 1 de enero de 2022, tal como anticipó LPO, se mantendrán las restricciones para exportar los siete cortes de mayor consumo popular. Estos son asado, tapa de asado, vacío, matambre, falda, paleta y nalga con el objetivo de evitar que se disparen los precios.
Domínguez estableció, además, que el resto de los cortes que no se consumen en el mercado local se exporten con mayores facilidades. Esta situación haría que no se vean afectadas, por ejemplo, las exportaciones a China (que compra «vacas viejas») e Israel (que demanda carne kosher).
«El problema no es el precio de la carne, sino la terrible inflación que impacta en toda la cadena productiva y en el valor de los alimentos», explicó Pino. «Entendemos que, para hablar el mismo idioma, el Gobierno y los privados tenemos que debatir con los mismos datos», agregó.
El ministro respondió a un pedido de las entidades para la apertura total para las vacas categoría D, E y F con destino a mercados emergentes. En esta línea, se destacó el cumplimiento de todos los compromisos internacionales: Cuotas Hilton, 481, Israel, EE.UU, Chile y Colombia.
En la reunión, Domínguez presentó el Plan Ganadero 2022/2023. Dicho programa contempla una línea de créditos por 100.000 millones de pesos a tasa subsidiada «para aumentar la productividad, generar confianza y previsibilidad», según aseguró el ministro de Agricultura.
«Vamos a aumentar la productividad porque queremos producir más carne, con un horizonte claro para los próximos dos años: recuperar nuestro stock», destacó Domínguez. Las estimaciones del Ministerio de Agricultura, convalidadas por la Mesa de Enlace, hablan de 53,5 millones de cabezas.
En la reunión también se anunció un acuerdo con los frigoríficos nucleados en el Consorcio ABC por un volumen total de 20.000 toneladas en diciembre. Dicha iniciativa está destinada a garantizar el abastecimiento a «precios accesibles» en Navidad y Año Nuevo en los principales centros urbanos.
En este contexto, los dirigentes del campo esperarán la reglamentación de las medidas acordadas para evaluar la letra chica. Una vez que se publique el decreto en el Boletín Oficial lo pondrán a consideración de los productores asociados a cada una de las cuatro entidades.