RADIOGRAFÍA DE LA POBREZA ESTRUCTURAL EN UNA PROVINCIA FEUDAL

Desde Corrientes, Jacinto Álvarez realiza un arduo análisis de la materia productiva, económica y social de la región. De esta forma, nos explica cómo una minoría es la poseedora de las mayores riquezas.

La provincia de Corrientes ha profundizado su conservadurismo y a la par también supo incrementar altos índices de pobreza, desocupación, subocupación, trabajo informal, precarización y todo en un clima de absoluta dependencia y temor por parte de las y los trabajadores para con el ejecutivo provincial, que es el mayor empleador en el distrito. Cabe señalar que en la definición de dependencia y temor, a criterio de quien escribe, radica la perpetuidad de ECO-Juntos por el Cambio desde hace más de dos décadas, y fundamenta el por qué del abultado triunfo del reelecto Gustavo Valdés el pasado 29 de agosto.

Corrientes es una provincia con notables riquezas naturales: llanura, acuíferos, esteros, rodeada y atravesada por varios ríos, pero es escasa en materia de desarrollo y productividad, lo que la convierten en una provincia deficitaria con marcada diferencia entre quienes más tienen por un lado y con abultados bolsones de pobrezas in crescendo por el otro, además de una empobrecida y conformista clase media aspiracional que, como suele suceder, considera que el motivo de su estancamiento es responsabilidad de los sectores más humilde de la sociedad y no de la corrupción y el desmanejo de sus mandatarios.

Según mediciones oficiales proporcionadas por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), durante el primer trimestre de este año, Corrientes tiene sumergida bajo la línea de la pobreza a prácticamente el 43% de sus habitantes, y alrededor de un 9% que ni siquiera superan la línea de indigencia. Lo que representa, solo en la Capital Correntina, alrededor de ciento sesenta y tres mil quinientas personas por debajo de la pobreza y treinta y tres mil personas sin poder superar lo establecido para no caer en la indigencia.

LA CORRIENTES DE LAS CINCO FRANJAS

Diego Argentino Ojeda: Contador Público especialista en políticas agrarias. Supo ser funcionario de la gestión pública en el ámbito Nacional, Provincial y Municipal. 

Desde Goya, el contador Diego Ojeda, nos brinda un claro y contundente análisis sociológico sobre las «Cinco Franjas» como él define a las capas socioeconómicas en las que se divide la población de nuestra provincia desde sus inicios hasta hoy día.

Corrientes tiene 88.954 metros cuadrados, tiene cinco millones de vacas, dos millones de ovejas y casi un millón de habitantes, es decir, es una provincia que tiene más animal vacuno que gente. Esa estructura productiva condicionó, condiciona y seguirá condicionando la idiosincrasia.

Primero, esa franja productora de terneros es de hasta ciento ochenta kilos, porque es muy barato producir terneros acá en Corrientes; con un capataz puntero medio analfabeto, que sepa contar bien nomás, ya está. Es así que uno ve a los terneros que pasan por la ruta llevados en camiones para terminar el engorde en las estancias del sur. Después, eso alimenta a los frigoríficos de los Ingleses, Franceses y Holandeses, y se van como corte Hilton, mientras lo que sobra nos queda a nosotros.

En Corrientes se hace la fiesta del ternero y aquel pueblo que no la tenga, es un pueblo que no tiene que figurar en el mapa, dice con ironía Ojeda. ¿Qué es la fiesta del ternero? Es un canto a la pobreza, tres días, buen asado, tetrabrik, domada de terneros y domada de toros. Los terneritos se van y el gentecito queda en Corrientes. Cuando llega a los 18 años, él quiere hacer algo y la respuesta es: «y no tenemos hijo, no hay», entonces sigue el mismo destino del ternero…se va. La provincia es una gran exportadora de carne vacuna, pero también gran exportadora de carne humana.

Es una de las provincias forestal por excelencia, produce ocho millones de toneladas de madera por año, de las cuales, para industrializar se queda un millón y el resto se va. Una imagen contundente son los camiones con un montón de troncos en la ruta, mientras que a nosotros no nos queda ni el aserrín. La “alta” industrialización de los Parques Industriales procesa un millón de toneladas. Hay doscientos veintisiete aserraderos que no hacen nada sofisticado, ni son mueblerías de alta calidad porque no tienen una buena herramienta para hacer el secado, con lo cual si manejan esa madera fresca, se tuerce toda. Entonces el material se va a Misiones, donde hay secaderos con un sistema Alemán, para después volver como machimbre. El “machimbre de Misiones” es la propia madera correntina, nada más que está secada como la tecnología actual demanda.

Primera productora de arroz y a nosotros no nos queda ni la cascara. Las plantas industriales que lo procesan están en Santa Fe, Entre ríos, Buenos Aires y de allá nos viene empaquetado nuestro propio arroz. Esa franja tiene miles y miles de hectáreas de arroz con una tasa de ocupación de mano de obra mínima, porque ahora con las maquinarias se las hace en un abrir y cerrar de ojos

Y cuando te dicen «esto es de primera, son carnes del sur” o “carnes de Santa Fe”, en realidad es nuestro ternero.

¿Quiénes son las más grandes estancias, sociedades anónimas, que no están en el país? Son las extranjeras Madame Beaux (Francesa), compañías Inglesas y los holandeses, que tienen la estancia Santa Rosa – San Francisco y San Antonio con cuarenta y siete mil hectáreas. El 17% de la superficie está enajenado a estas sociedades extranjeras.

En esta primera franja que venimos desarrollando, también están las forestaciones, conformadas por las chilenas, las holandesas y la de los ingleses. Estas sociedades anónimas tienen radicadas sus sedes en Luxemburgo y Estados Unidos. Un claro ejemplo de esto es el de Douglas Tompkins, aquel que compró la laguna Iberá.

La segunda franja está conformada por sociedades anónimas que no están en Corrientes, pero tienen sus fábricas acá, como el caso de Bulgheroni. Estas con las utilidades que tienen implementan la forestación, ya que por ley tienen descuentos especiales y no pagan el impuesto a las ganancias. Mientras la naturaleza de Corrientes hace crecer eucaliptus de grandes dimensiones en quince años, no les cobramos el impuesto, ni le capitalizamos a esta gente.

La tercera franja son doble apellidos que ya no viven más en Corrientes, están en el exterior y venden sus estancias por pedazos, para así, seguir viviendo bien. Es una franja «sanguchera», donde solo les quedó el apellido, como es el caso de Lopez Lecube.

La cuarta franja es la más peligrosa porque aquel que la conforma es Correntino, le gusta el chámame, le gusta el vino tinto, es hincha de Mandiyú y de grandes estancias. Esta franja es la que domina realmente la provincia, de ella depende la policía, la justicia, la educación, la salud, y los medios de comunicación masivos, donde se le «enseña» al correntino como tiene que pensar, a quién tiene que votar y quién es su enemigo. Alguna de las cosas que profesan son: «es preferible andar solo que mal acompañado», es decir, que no tenés que juntarte con tu compañero, o «un buey solo bien se lame», o sea que tenés que rascarte solo. Así se logra la desunión del pobrerío, lo cual, hay que advertir, es un tema cultura.

Esa cuarta franja no tiene color político, no es radical, no es peronista, no es autonomista; sino que son “demócrata progresista”, hay liberales y liberal-autonomista. Un apellido autonomista por excelencia lo vas a encontrar también en el partido liberal y en el partido peronista. A modo de ejemplo dice Ojeda: «Nosotros tuvimos un compañero, Chingolo Díaz Colodrero, mezclado con algún Turco por ahí, pero el sentimiento de Perón de mirar por la gente pobre, nunca lo vio”.

Finalmente, la última franja es el pobrerío, el que tiene minifundio. Sumando las cuatro franjas primeras en cantidad de gentes, no alcanzan las diez mil personas, lo cual en un millón de habitantes es el 1%. Es así que este número contiene el 92,7 de la superficie de la tierra.


JACINTO ÁLVAREZ

Revista ZOOM