Este jueves el Senado debatirá la nueva reforma del impuesto progresivo con mayor importancia dentro de la recaudación nacional. Además de bajar la base de contribuyentes, mantiene los niveles bajos de proporción del ingreso a captar, lo que implica una menor recaudación y potencial redistributivo de la política fiscal
Argentina está entre los países desarrollados y semi desarrollados con menor alícuota tope en el impuesto a las Ganancias. Un informe del Instituto de Trabajo y Economía de la Fundación Germán Abdala (ITE-FGA) señaló que mientras que la alícuota máxima es del 35%, en países como Gran Bretaña, Estados Unidos, Chile, Alemania, Australia, Bélgica, Dinamarca, y Francia es muy superior y ronda entre el 40% y el 50%.
Esta semana habrá dos hitos más acerca del tema Ganancias (las novedades acerca de la eximición a empresas pequeñas y medianas fue el primero). El fundamental será el jueves, cuando el Senadodebatirá el proyecto para eximir a las personas que tengan ingresos por hasta 150.000 pesos, que ya obtuvo media sanción en Diputados. Antes, hoy por la tarde, el Indec publicará datos acerca de los niveles de desigualdad en la distribución del ingreso durante el cuarto trimestre del 2020.
La política fiscal es, en general, y Ganancias en particular por ser un impuesto progresivo, una herramienta para achicar la desigualdad en la distribución. Mediante la recaudación entre las personas de los deciles más altos del ingreso, luego se puede realizar gasto para volcar esos pesos entre los sectores más pobres de la población.El informe de ITE-FGA destacó que en la actualidad hay una doble dificultad: «La discusión del impuesto a las ganancias se encuentra en una trampa de pobreza recaudatoria que solo termina dando margen para empeorar su potencial redistributivo: imposibilidad política de incrementar la base de contribuyentes (aun con alícuotas muy bajas) e imposibilidad legal de incrementar la alícuota marginal. La discusión actual es sintomática de este sendero que domina la agenda política desde 2013″.
Tal como mostró el informe, a partir de una comparación entre 35 países con datos de la OCDE, Argentina está en el puesto 12° entre los que menor alícuota máxima tienen. Así, mientras que Suecia, Dinamarca, Japón, Holanda, Bélgica, Israel y Austria tienen una superior o igual al 50%, otros países centrales como Alemania, Australia, España, Francia, Irlanda, Grecia y Gran Bretaña tienen una de 45%. Estados Unidos, Chile, Italia y Luxemburgo tienen una superior al 40%. Argentina, una de 35%, igual que México y Turquía.
«Argentina se alejó de los estándares internacionales en los que priman esquemas con una considerable proporción de trabajadores pagando el impuesto, pero con cargas casi simbólicas en los primeros tramos y un esquema muy progresivo que llega a alícuotas marginales claramente superiores al 35%», señaló ITE-FGA.
Y agregó: «En 2016 nuestro país tenía el mínimo no imponible más alto en relación con su distribución del ingreso si lo comparamos con todos los países de la OCDE. Esta particularidad se verá exacerbada con la nueva reforma. Por otro lado, parece existir un impedimento legal (o político) de discutir incrementos en la alícuota marginal, para llevarla por ejemplo al 40% que tiene Chile, o idealmente al 45% que es el estándar europeo. La amenaza de la confiscatoriedad parece impedir esta discusión en Argentina por el riesgo de inconstitucionalidad«.
Un impuesto progresivo cuya participación no deja de caer
Ganancias es el segundo impuesto de mayor importancia para la recaudación tributaria de Afip, por debajo del IVA. Los números de marzo lo dejaron claro: a través del IVA se recaudaron 247.490 millones de pesos y luego apareció Ganancias con 140.840 millones. Así, de los impuestos progresivos, Ganancias es el de mayor importancia, ya que Bienes Personales apenas recaudó 7.291 millones.
Desde ITE-FGA destacaron que, de hecho, Ganancias tuvo una participación del 22% en la recaudación durante el 2020, mientras que el IVA tuvo una de 29%. Esa importancia de Ganancias cayó con fuerza a partir del 2016, a través de la reforma impulsada por Cambiemos. Pasó de una de 25% a otra de 21%.
Desde ITE-FGA afirmaron que esa tendencia se verá exacerbada con las nuevas reformas: «La nueva reforma que se está discutiendo, si bien genera un evidente alivio en los primeros tramos de contribuyentes que dejarán de pagar el impuesto, implica un nuevo escalón hacia abajo en la participación de ganancias dentro del sistema tributario. El resultado de esto cuando miramos el impacto, no sobre los contribuyentes, sino sobre toda la población que se ve beneficiada por las políticas públicas financiadas con esta recaudación, es claramente negativo».