La Argentina que asumimos gobernar el 10 de diciembre de 2019, atravesaba en ese momento -y sigue atravesando aún- una crisis social profunda,
Quienes militamos en política y lo hacemos en el espacio gobernante, debemos comprender, y asumir la consecuente responsabilidad, que no será posible encontrar una salida sostenible políticamente, que contenga los intereses y las soluciones de todos los sectores (particularmente de los mas vulnerables)
la realidad social y económica de la Argentina exige por parte de los gobiernos, nacional, provinciales y locales, la comprensión política, la organización y el método necesarios para ser capaces de apreciar y decidir sobre una complejidad de diversas y variadas aristas. La realidad concreta de las familias, de los hombres y mujeres que viven y sufren con diversos problemas en cada uno de los territorios de nuestra Patria, exige por parte de quienes gobernamos, una disposición sincera a ampliar la mirada, planificar un rumbo convocante y tomar decisiones valientes y difíciles que, además, tienen que poder sostenerse en el tiempo, contra de la vocación reaccionaria de los sectores que pretenden continuar conservando niveles de privilegio e injusticia, a costa del sufrimiento de la gran mayoría popular de los argentinos y argentinas.
La Argentina que asumimos gobernar el 10 de diciembre de 2019, atravesaba en ese momento -y sigue atravesando aún- una crisis social profunda, inmersa en niveles inaceptables de pobreza y desigualdad, con una estructura productiva que sigue sin estar en condiciones de ofrecer trabajo para todos quienes quieran aportar su fuerza y capacidad en el agregado de valor nacional, y con desequilibrios territoriales y poblacionales de envergadura, como para considerar que todos los argentinos y argentinas, sin distinción de condición social y lugar de nacimiento, puedan sentirse incorporados en el proyecto de una Nación de todos y para todos. Es decir, la realidad no está para ser subestimada ni para descansar en que todo será resuelto mágicamente una vez finalizada la pandemia o encauzado que fuere el proceso de vacunación masiva que con mucho acierto está encarando el gobierno, con el apoyo y compromiso de la gran mayoría de los gobiernos provinciales y municipales.
Quienes militamos en política y lo hacemos en el espacio gobernante, debemos comprender, y asumir la consecuente responsabilidad, que no será posible encontrar una salida sostenible políticamente, que contenga los intereses y las soluciones de todos los sectores (particularmente de los mas vulnerables) sin el concurso de todas las fuerzas que integraron el frente electoral que nos llevó a ganar las elecciones en octubre de 2019, incorporando además aquellos otros espacios o sectores que sientan que pueden aportar a fortalecer el poder político popular, en contra de las históricas reacciones de los sectores de poder establecido, en sus distintos formatos económicos y corporativos.
No solo el gobierno, que ya de por sí tiene responsabilidades complejas, sino también quienes desde la política conducen los distintos espacios integrantes del frente gobernante, deben asumir de manera urgente, la tarea de ampliar la base de sustento de la coalición y dotarla de poder y autoridad suficiente para fortalecer y sostener nuestra capacidad de decisión frente a poderosos intereses que lo intentan contrarrestar.
Desde Compromiso Federal, junto a otros partidos integrantes del Frente de Todos, creemos que eso debe hacerse creando condiciones y ámbitos de mayor participación de la militancia organizada, para que de esa manera, a su vez, pueda canalizarse mas y mas rica participación (y decisión) de las distintas y diversas orgánicas populares, sociales, empresarias y de trabajadores, que de alguna forma estructuran el pueblo argentino en todo el territorio nacional.
Es desde esa lógica, que pensamos que deben utilizarse todas las herramientas institucionales, partidarias y comunitarias, para recibir el aporte del pensamiento y de acción organizada de todos los sectores que integramos el frente. La salida de la crisis requiere ideas novedosas (que pueden provenir de las distintas vertientes políticas que debe seguir incorporando el frente, de manera institucionalizada en el espacio gobernante), de potencia militante que sea capaz de articular con cada uno de los sectores y actores que en cada región de la Argentina tengan protagonismo productivo, de mayor poder popular y de una planificación estatal que sea capaz de orientar a todas las fuerzas en torno a un mismo objetivo: la creación de empleo, la recuperación productiva y la reducción de la pobreza.
Tenemos que poder asumir e implementar, desde la fuerza de un espacio político organizado e institucionalizado, con profundo debate y mucha participación militante, una agenda verdaderamente popular, que contemple los intereses y problemas reales y urgentes, como también las aspiraciones y esperanzas de nuestro pueblo. Una agenda que se haga cargo de la falta de oportunidades para desarrollar un trabajo digno; de las dificultades para llevar adelante un emprendimiento productivo o una PyME en cualquier sector de la producción; de los vastos territorios que siguen sin presencia poblacional, cultural, educativa, siendo que seguimos profundizando la concentración poblacional en mega centros urbanos y que, tanto en estos como en aquellos territorios, se carece de condiciones mínimas para una vida con dignidad, servicios, infraestructura urbana, vivienda y hábitat justos. Aun en la Argentina hay sectores que requieren de la presencia del Estado, de forma planificada y articulada con el sector privado, para resolver desequilibrios y desigualdades que son estructurales.
Nada de eso puede pensarse y realizarse, al decir de Perón, sin el concurso organizado del pueblo. Y para eso es necesaria la militancia, la participación, las ideas y el empuje de todos y todas los que integramos el Frente de Todos y que queremos ayudar a nuestro gobierno a que de vuelta la pagina de años de idas y vueltas que terminan estancando los sueños de tantos padres y madres de nuestra Patria Grande. No nos resignamos a la indiferencia, al quietismo de esperar sin actuar, ni a la comodidad de creer que alguna vez las cosas se van a resolver solas o con la inspiración aislada de algún salvador. Creemos en el movimiento nacional, creemos y confiamos en el pueblo trabajador y vamos a hacer todo lo que esté a nuestro alcance para que la voz de los humildes de la Patria, de cada rincón de ella, este presente en la decisión política del gobierno para el cual militamos.
*Mariano Pinedo. Ex diputado provincial y actual Titular de la Unidad de Asuntos Legislativos del Ministerio de Justicia de la Provincia de Buenos Aires.