Para la Argentina beneficiará su transporte marítimo y comercio exterior, para Uruguay perjudicará su principal puerto y el movimiento de cargas.
Fuerte controversia entre la Argentina y Uruguay por la licitación para la apertura del Canal Magdalena en el Río de la Plata que, según unos beneficiará su transporte marítimo y comercio exterior, y según otros perjudicará su principal puerto y el movimiento de cargas.
Nuevo canal magdalenaArgentina licita la apertura y balizamiento del Canal Magdalena
El Ministerio del Interior y Transporte convocó el lunes 30 de junio a la licitación pública nacional e internacional para la apertura y balizamiento del Canal Magdalena, de una longitud aproximada de 53 kilómetros sobre el Río de la Plata, y con un presupuesto de $ 2.500 millones.
La decisión gubernamental se enmarca en el objetivo de adaptar la infraestructura portuaria y de vías navegables a «las necesidades operativas de las embarcaciones, día a día de mayor tamaño».
Según la norma, se busca una mayor utilización de los puertos, la baja de fletes y una progresiva adecuación a las demandas de los buques en lo que respecta a calados, tanto en las vías navegables como en los puertos, lo cual «redundará en un beneficio directo de nuestro comercio exterior en general».
El Canal Magdalena se encuentra a unos 5 kilómetros de la ribera de la provincia de Buenos Aires, con una solera (ancho) de 200 metros, mientras que los actuales Canales Intermedio y Punta Indio tienen soleras de 80 a 100 metros.
«De esta manera, gradualmente se logrará que, en un futuro cercano, la mayor parte de los buques puedan salir de nuestros puertos a plena carga con productos de origen nacional», señala la resolución en sus considerandos.
Se evitará así, añade la norma, que los buques «deban completar carga en puertos del exterior» o bien, que ingresen «también a plena carga con insumos y productos de importación, en buques de mayor tamaño que los actuales».
Argentina y UruguayUruguay rechaza el canal que Argentina quiere abrir
El gobierno de Uruguay presentó el martes a la delegación argentina en la Comisión Administradora del Río de la Plata (CARP) un documento en el que dejó sentado su enfático rechazo a la construcción del canal Magdalena que ya licitó el gobierno argentino con una inversión de 306 millones de dólares y que amenaza la viabilidad del Puerto de Montevideo.
El documento manifiesta que Uruguay nunca dio su consentimiento para la construcción del canal y que se trata de una acción unilateral de Argentina que violenta el Tratado de Límites del Río de la Plata.
El gobierno argentino, según la licitación internacional ya convocada, pretende construir un desvío en el canal Punta Indio, su actual salida al exterior desde Buenos Aires. El nuevo canal llamado Magdalena, de unos 53 kilómetros y doce metros de profundidad (40 pies), estará en aguas de uso común pero facilitará el acceso a los puertos de Bahía Blanca y Quequén. Además, con dicho canal Argentina desistirá del mantenimiento del resto del trazado del canal Punta Indio.
El riesgo para el Puerto de Montevideo es que las empresas navieras se vean tentadas a dejar las cargas en los puertos argentinos como Bahía Blanca y Quequén ya que el trayecto más largo, por sus costos, las desestimularía a retornar a Montevideo a buscar contenedores en tanto tienen la posibilidad de entrar y salir directo desde y hacia Buenos Aires desde el mar.
Argentina afirma que Uruguay dio su visto bueno a la obra el 14 de noviembre de 2006, cuando se presentó el proyecto con todas sus especificaciones técnicas en la CARP. Incluso señala que tal beneplácito consta en actas. Daniel Montiel, vicepresidente de la Administración Nacional de Puertos (ANP) en cambio, dijo que aquel visto bueno estuvo referido a otra obra y no al canal Magdalena tal como ahora es concebido.